Sinopsis
La tarde del viernes 18 de octubre, las principales estaciones del metro de Santiago cierran sus puertas para evitar que la convocatoria masiva a evadir el pago se concrete. En la ciudad crece la tensión y los policías se agrupan en las esquinas, mientras trabajadores y estudiantes se encaminan a protagonizar lo que será su último día de normalidad. Esa misma noche, se declara estado de emergencia y los militares toman el control de las calles. La respuesta del gobierno extiende la indignación a todo el país que amanece cantando “Chile despertó”. Las manifestaciones desbordan el alza del pasaje, las demandas se vuelven transversales y arremeten contra los pilares del modelo neoliberal: multinacionales, intendencias y estatuas de conquistadores caen en un ritmo de refundación. En cadena nacional, el presidente afirma estar en guerra, desatando una escalada de terrorismo estatal que reaviva la llama de la revuelta. Nos volvemos a llamar pueblo acompaña el despertar chileno y explora las voces del levantamiento popular, transitando desde la protesta callejera hasta las embrionarias formas de organización social. Este es el retrato de un país fragmentado que vuelve a encontrarse en la rabia y la pulsión de cambio.
Sinopsis
La tarde del viernes 18 de octubre, las principales estaciones del metro de Santiago cierran sus puertas para evitar que la convocatoria masiva a evadir el pago se concrete. En la ciudad crece la tensión y los policías se agrupan en las esquinas, mientras trabajadores y estudiantes se encaminan a protagonizar lo que será su último día de normalidad. Esa misma noche, se declara estado de emergencia y los militares toman el control de las calles. La respuesta del gobierno extiende la indignación a todo el país que amanece cantando “Chile despertó”. Las manifestaciones desbordan el alza del pasaje, las demandas se vuelven transversales y arremeten contra los pilares del modelo neoliberal: multinacionales, intendencias y estatuas de conquistadores caen en un ritmo de refundación. En cadena nacional, el presidente afirma estar en guerra, desatando una escalada de terrorismo estatal que reaviva la llama de la revuelta. Nos volvemos a llamar pueblo acompaña el despertar chileno y explora las voces del levantamiento popular, transitando desde la protesta callejera hasta las embrionarias formas de organización social. Este es el retrato de un país fragmentado que vuelve a encontrarse en la rabia y la pulsión de cambio.
Campaña de financiamiento
Desde el primer día, nos movió la necesidad de dar testimonio de un proceso complejo y heterogéneo que nos convoca desde la herida común de habitar la cuna del neoliberalismo por más de 4 décadas. Y hoy más que nunca, nos resulta vital continuar con la realización de este proyecto en el que buscamos generar un relato audiovisual que permita dar cuenta de la revuelta popular, sus múltiples participantes, motivaciones, frustraciones, deseos y tensiones. Por ello, esperamos que Nos volvemos a llamar pueblo sirva como un aporte a la lucha y a la memoria colectiva en el contexto de una crisis social y política que sigue vigente.
Porque la solidaridad del pueblo siempre ha sido fundamental para resistir a las embestidas del sistema, es que les invitamos a que se sumen a este proyecto colectivo, ¡para que la revuelta popular siga conociéndose y creciendo hasta cambiar todo de raíz!


Yo creo en un cine colectivo en otro plano, en un plano muscular. Se trata de desarrollar una serie de instintos, de comportamientos, que lleven a trabajar en conjunto, como una especie de orquesta de cine, en la que tú tocas una parte y simultáneamente la escuchas.
Raúl Ruiz
"La memoria es como la arena en mi mano, conservo un poco y un poco se va."
Agnés Varda